Logra un equilibrio entre tener aquellas cosas y circunstancias externas -que de acuerdo con tu historia personal contribuyen a la felicidad- y -fundamentalmente- un estado de paz y armonía interior. Un estado interior -principal fuente de felicidad- que te permita mantener la calma ante las subidas y las bajadas de la vida, ante los ciclos y constantes cambios. Reaccionando con sabiduría, flexibilidad y responsabilidad, ante las dificultades y retos que se te presenten. Tomando consciencia y aprendiendo de las lecciones ganadas que dejan los logros, las pérdidas y las caídas. Trabaja inteligente y éticamente por crear la vida que tienes razones para valorar y que quieres vivir. Vive una vida maravillosa, donde abunden pensamientos, palabras y actos de felicidad, que te alimenten y nos alimenten.